La mujer dormida y el volcán humeante
Camila López, 11 años de edad, nació y reside en la CDMX
Narra un mito que conoció en un programa de niños que vio en el canal once, donde, de un modo creativo y llamativo cuentan la historia de estos volcanes.
Cuando se le pregunto que era lo que aprendía de esa historia respondió "a no tener miedo cuando se trate de amor".
Los aprendizajes que dejan estas narraciones son subjetivas, al ser interpretadas y reflexionadas por cada persona de manera diferente.
Otro aprendizaje que esta muy claro es el de brindar a los niños una perspectiva positiva sobre fenómenos naturales (erupciones), disminuyendo el miedo que este podría ocasionar; sobre todo en comunidades que viven muy cerca de los volcanes.
Video realizado por Frida Soriano el 27/10/2019
De los montes que rodean al Valle de México, el Popocatepetl e Iztaccíhuatl son los mas icónicos por su forma que asemeja un pareja de enamorados, de quienes los mexicas relataban una leyenda.
Hablaba sobre un guerrero que llevaba por nombre Popocatépetl (del náhuatl popo-ca "que humea" y te-petl "montaña o monte"), debido a que desde tiempos prehispánicos permanece activo.
Guerrero y la princesa |
Se cuenta que hace miles de años el Imperio Mexica estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, como práctica común sometían a los pueblos vecinos, pidiéndoles un tributo obligatorio.
Fue entonces cuando el cacique de los Tlaxcaltecas, enemigos de los Aztecas, cansado de esta terrible opresión, decidió luchar por la libertad de su pueblo.
El cacique tenia una hija, llamada Iztaccíhuatl, era la princesa mas bella y deposito su amor en el joven Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su pueblo.
Dice el mito que el emperador veía con agrado el matrimonio de su hija con aquel joven. Cuando iban a celebrar la boda, los ejércitos enemigos decidieron atacar. El emperador reunió a sus guerreros y confió a Popocatépetl la misión de dirigirlos en combate.
Al poco tiempo, un rival, celoso del amor de estos jóvenes, le dijo a la princesa que su amado había muerto durante combate.
La princesa lloró amargamente, dejó de comer y cayó en un sueño profundo, sin que nadie pudiera despertarla.
Popocatépetl e Iztaccíhuatl |
Entristecido con la noticia, vagó por las calles durante días y noches, hasta que decidió hacer algo para honrar su amor y que el recuerdo de la princesa permaneciera en la memoria de los pueblos. Mandó a construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar una enorme montaña.
Tomó entre sus brazos el cuerpo de la princesa, lo llevó a la cima y lo recostó inerte sobre la gran montaña. El joven guerrero le dio un beso, tomó una antorcha humeante y se arrodilló frente a su amada, para velar así, su sueño eterno.
Desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente al otro. Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos, convirtiéndose en dos enormes volcanes que seguirán así hasta el final del mundo.
La leyenda añade que cuando el guerrero se acuerda de su amada, su corazón que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa humo. Por ello hasta hoy en día, el volcán continua arrojando fumarolas.
Bibliografía: Neomexicanismos (2019) Popocatépetl y la mujer dormida: leyenda de los volcanes enamorados. Revisado en http://neomexicanismos.com/cultura-mexico/leyenda-popocatepetl-e-iztaccihuatl-la-mujer-dormida-volcan-historia/ el 24/10/2019.
Frida Isolda Soriano y Juárez
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